La Universidad del Norte, a través de la Dirección de Sostenibilidad Ambiental, ingresó recientemente al Programa Nacional de Carbono Neutralidad, liderado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, un acuerdo de voluntades para alcanzar la meta nacional de carbono neutralidad al 2050 y contrarrestar los efectos del cambio climático, aunando esfuerzos de diferentes empresas en la construcción de un crecimiento sostenible.
“La Dirección de Sostenibilidad Ambiental ha establecido unas líneas estratégicas relacionadas con la mitigación del cambio climático y dentro de esa estrategia hay un capítulo muy especial referente a la identificación de los gases de efecto invernadero (GEI) y su medición, es decir, la huella de carbono. Nos admitieron en el Grupo II del programa, en donde se encuentran las organizaciones que ya cuentan con un inventario de gases de efecto invernadero y están interesadas en fortalecer sus capacidades para la construcción de su plan de gestión”, expresa Carlos Humberto Clavijo Fuentes, director de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad del Norte.
Llegar a la neutralidad del carbono significa reducir al máximo los gases de efecto invernadero, producto de actividades como la deforestación, el uso de combustibles fósiles, el manejo de las basuras, entre otros. Es por eso que, con este acuerdo de voluntades, el Gobierno Nacional busca orientar a las organizaciones públicas y privadas en materia de gestión del cambio climático, potenciar su sostenibilidad por medio de la gestión de las emisiones de GEI en sus procesos y establecer una estrategia de reconocimiento dirigido a las organizaciones por su gestión en el marco del programa.
“En 2021 contratamos con el Icontec una consultoría para hacer el inventario de los gases de efecto invernadero, es decir, saber cuál es nuestra huella de carbono, lo que emitimos. Lo hicimos bajo el protocolo GHG (Greenhouse Gas Protocol), que es el estándar internacional para ello, y nos dio que generamos 4836.21 toneladas de CO2 equivalente en 2020. Esa es la medición que vamos a certificar”, explica el ingeniero Clavijo.
Desde su plan de acción, la universidad tiene objetivos claros para empezar a reducir la huella de carbono año tras año. Uno de ellos es la ejecución de un nuevo esquema de eficiencia energética y consumo, en el que entraría la construcción de un parque fotovoltaico, con el objetivo de bajar al 50% las emisiones por consumo de electricidad de la universidad; también la renovación de sistemas de iluminación obsoletos, la actualización en sistemas de aire acondicionado, establecido hace 7 años; y trabajar fuerte en el programa de cultura ambiental, llamado Ambientalmente, que busca sensibilizar a toda la comunidad sobre el uso racional de la energía.
“El solo hecho de apagar la luz de un recinto que no se esté usando es importante o de un computador, pero también el manejo de los residuos, que es fundamental, porque ese impacto es determinante en la disminución de la huella de carbono. Tenemos un plan de acción dentro de nuestra estrategia y plan de desarrollo, pero también veremos cuáles son las propuestas de las demás empresas que hacen parte del programa nacional y cómo juntos vamos avanzando, porque para lograr la meta a 2050 es necesario una gran cobertura nacional”, concluye Clavijo Fuentes.
